Cuando hablamos de 5G, nos referimos a la quinta generación de redes móviles; una tecnología que permite utilizar el espectro de forma más eficiente, lo que se traduce en una mejor banda de ancha con más capacidad de red (es decir, podremos incorporar muchos más dispositivos conectados que en la actualidad), menor latencia (menos de un milisegundo), más velocidad (10Gbps de bajada) y hacer posible las comunicaciones M2M (maquina a máquina) a escala masiva.

Esta tecnología permitirá la conexión masiva de wereables, coches, ordenadores, así como contribuir de manera crucial al desarrollo de las Smart Cities, siendo el catalizador de una implementación masiva de dispositivos de Internet de las Cosas (ó IoT por sus siglas en inglés, Internet of Things).

Por ello, se espera que 5G sea el principal catalizado del proceso de digitalización de la industria, influenciado directamente el concepto de Industria 4.0. En concreto, la industria es el sector más grande en el espacio de IoT en España, con usos que van desde la trazabilidad y seguimiento de activos, hasta mantenimiento predictivo y análisis del comportamiento del consumidor y mejora de la experiencia y satisfacción del cliente. Sin embargo, la aplicación de 5G sobre la industria, habilitará el despegue de IoT con el desarrollo de infinidad de nuevos usos (mejora de la tecnología Digital Twin o gemelos digitales con IoT para el mantenimiento predictivo en sistemas, fábricas, cadenas de producción, etc.), transformando completamente el sector industrial en toda su extensión, y dotando de la capacidad de analítica avanzada sobre esta tecnología.

Según datos de IDC Research España, España es el quinto país europeo en gasto en IoT, y éste crecerá en los próximos años a una tasa del 16% hasta 2021. Por ello, cuando hablamos de desafíos a los que se enfrentan las empresas que quieran incorporar IoT, va a ser indudable que al proceso de transformación digital de la propia organización. Desde la digitalización de los procesos, conceptualización de una estrategia digital y la definición de procesos, servicios, estructuras de liderazgo digital así como despliegue de IoT en sus procesos de negocio, ya que según datos que manejamos en IDC Research España, en el año 2020 el 40% del PIB europeo estará digitalizado.

Lógicamente, para poder lograr una digitalización en la industria será necesario el despliegue de la infraestructura de 5G que permita desarrollar nuevos modelos de negocio y casos de uso.

En España hemos asistido recientemente a la licitación de banda de frecuencias para el desarrollo y despliegue de 5G, y aunque existen operadores que ya disponen de banda entre los 3,4 y 3,6 Ghz (Telefónica y Orange disponen de 40MHz cada uno), se espera que todos los operadores puedan acceder a una cantidad de espectro suficiente para aprovechar todas las potencialidades de la tecnología 5G.

No obstante, hay operadores como Telefónica que ya están realizando inversiones importantes (tanto en UK como en España, e incluso la administración pública está empujando el desarrollo de proyectos en 5G para facilitar el despliegue de la red como demuestra la convocatoria reciente de la entidad pública empresarial Red.es para financiar dos proyectos piloto de tecnología 5G por valor de 20 millones de euros para apoyar los despliegues de las primeras redes 5G, experimentar con las técnicas de gestión de red que permite la tecnología 5G y desarrollar casos de uso, con la implicación de todos los agentes, incluyendo los usuarios, que permitan acreditar las tres grandes mejoras aportadas por el 5G. No obstante, no podemos olvidarnos de que el desafío fundamental será la seguridad.

El aumento de los dispositivos conectados y de la transmisión de datos hace de la privacidad y la seguridad una prioridad a tener en cuenta en el nuevo escenario que dibuja esta tecnología.