• Para 2027 IDC estima que 3/4 de las organizaciones europeas van a haberse transformado digitalmente y serán similares a las nativas digitales, ya que si no lo hacen no van a poder competir.

Era Digital. Vivimos en tiempos exponenciales en el que el dinamismo se ha instalado como una variable cotidiana entre nosotros. El número de dispositivos de internet en 1.984 era de aproximadamente 1.000 mientras que únicamente 4 años después la cifra ascendía a 1.000.000. En 2018 el número ascendía a 1.000 millones y hoy día, 10 años después, es de 30.000 millones. En la era del conocimiento, las tecnologías de tercera plataforma están habilitando el desarrollo y despliegue de nuevos modelos de negocio para ajustarnos a las demandas del mercado.

Para afrontar este nuevo escenario, las áreas de TI de las organizaciones deben evolucionar y adaptarse a las demandas del mercado actual. Por ello, en este proceso de transformación, deben ser ágiles y por tanto más rápidas y eficientes.

En la actualidad, según datos de IDC Research España, se generan 2.119 Tb de datos cada minuto, y de esa cantidad, el 20% es información en tiempo real. Esto significa que ser ágil en la forma de capturar y tratar los datos es clave si se quiere ser competitivo en este nuevo escenario. Por tanto, las organizaciones deben evolucionar sus sistemas y dotarlos de la flexibilidad, agilidad y escalabilidad necesarias que les permitan adaptarse no sólo a esta nueva realidad, sino que permitan realizar modificaciones y nuevas adaptaciones en el corto plazo si fuera necesario, garantizando la continuidad el negocio y la eficiencia operacional en los procesos de negocio.

En este escenario, la infraestructura empresarial está evolucionando, confirmando que las arquitecturas empresariales on-premise están pasado a arquitecturas en la nube. Esto se confirma además con un crecimiento previsto entorno al 4% o 5% tanto de los servicios de datos fijos y móviles según datos de IDC, impulsados sobre todo por el desarrollo de los modelos de negocio cloud que prestan servicios de negocio y tecnología a través de un catálogo de servicios estandarizados en los que el usuario paga por aquel servicio que usa, durante el tiempo que lo usa.

Por otra parte, tanto el mercado de Software como el de servicios IT van a experimentar crecimientos impulsados sobre todo por la demanda de Software como servicio y en gran medida por el proceso de transformación digital que ya están emprendiendo numerosas empresas.

Entre las organizaciones se está produciendo un viaje indudablemente. Para 2027 IDC estima que 3/4 de las organizaciones europeas van a haberse transformado digitalmente y serán similares a las nativas digitales, ya que si no lo hacen no van a poder competir.  En este viaje, no todas las organizaciones parten de la misma situación ni van a la misma velocidad. No obstante, el 62% de las empresas españolas ha comenzado su proceso de transformación digital, y se sitúa en los estadíos 2 y 3 del modelo de madurez de IDC; es decir, reconoce que la transformación digital es una prioridad y ha comenzado el desarrollo de proyectos en este ámbito como estrategia de cloud, estandarización de tecnología, optimización de procesos y automatización, o incluso el desarrollo propiamente dicho de una estrategia de transformación digital.

Esto es así porque en el año 2021 el 40% del PIB europeo estará digitalizado, por lo que aquellas organizaciones que no hayan adaptado sus operaciones, procesos, estructuras, van a competir por un segmento cada vez menor de las operaciones. Para ello, deben aprovechar los datos de que disponen de manera eficiente. En este sentido, para el 2019 el 60% de las organizaciones va a tener una estructura de liderazgo digital que va a poner en marcha nuevos modos de monetizar los datos, generar nuevos ingresos digitales y nuevos KPIs dado que en 2020 el 50% del gasto tecnológico será relacionado con datos.  

Conceptos como virtualización y movilidad serán claves para alinear los sistemas y aplicaciones de las empresas. En este escenario, las plataformas de gestión de cloud o CMP (cloud management platform) permiten gestionar el proceso de convivencia de entornos físicos y virtualizados.

La virtualización aporta un mayor grado de agilidad a las operaciones, así como garantiza la compatibilidad, integración completa y una optimización de la inversión en infraestructura física, siendo más eficiente en costes y maximizando la inversión. Otra gran ventaja es la posibilidad de aumentar el nivel de automatización y dar más flexibilidad a la elección y atención de los negocios. Eso sí, para poder conseguir los objetivos de agilidad y flexibilidad empresariales, además de todos los cambios tecnológicos es necesario un cambio cultural.