Juan García Morgado

Senior Research Analyst IDC

En los próximos años, los equipos de TI adoptarán arquitecturas de infraestructura híbrida en la nube e incorporarán diversidad de servicios IaaS y PaaS, junto a plataformas propietarias e infraestructuras de cloud privado, soportando un amplio espectro de que habrán de soportar en producción. Se espera que muchas organizaciones se suscriban a servicios cloud públicos para resolver necesidades de trabajo específicas, mientras continúan ejecutando aplicaciones legacy en centros de datos tradicionales.

La inversión en tecnologías cloud es una de las principales iniciativas de cualquier empresa que esté inmersa en la transformación digital. La nube es un elemento esencial a la hora de construir una infraestructura moderna y ágil. IDC cree que en los próximos tres años:

  • Más del 65% de las empresas implantarán arquitecturas cloud híbridas que abarcarán múltiples servicios en la nube aparte de la infraestructura propietaria, cloud y no cloud.
  • Más del 60% de las empresas suscribirán más de diez servicios cloud SaaS, Paas e IaaS diferentes.
  • Una aproximación a la gestión efectiva del cloud híbrido es crítica para las empresas que esperen obtener un valor diferencial en este tipo de estrategias.

Para la optimización del uso de la nube en la transformación digital, IDC recomienda una serie de acciones:

  • Redefinir las arquitecturas de cloud híbridas. El éxito de la transformación digital y la nube dependerá de la habilidad para construir soluciones híbridas eficientes, que permitan la interconexión, integración e interoperabilidad entre todos los tipos de servicios cloud y sistemas legacy, proporcionando agilidad en el aprovisionamiento de recursos y coherencia de los datos.
  • Integración de arquitecturas de datos como servicio. La habilidad para la innovación está directamente relacionada con la capacidad para acceder a los datos relevantes.
  • Gestión de comunidades de desarrollo. Los desarrolladores proporcionan a los usuarios servicios y experiencias multicanales basados principalmente en la web. La gran mayoría de dichas aplicaciones tendrán que acceder a servicios tipo API, que se basarán en infraestructura tanto pública como privada. El desarrollo de aplicaciones de acuerdo con los estándares cloud de la industria es fundamental para el éxito de la transformación digital de las empresas.

Entornos mixtos

Cada organización tomará sus propias decisiones acerca de dónde quiere ejecutar los servicios web, la analítica u otras aplicaciones. Las nuevas aplicaciones, con una arquitectura diseñada para poder ejecutarse en un entorno altamente virtualizado y automatizado, se desplegarán utilizando diferentes modelos más allá del despliegue de las aplicaciones tradicionales. El ritmo al cual una organización desarrolla sus arquitecturas de aplicación variará considerablemente; no obstante, IDC espera que la mayoría de las grandes empresas continúen en entornos mixtos de carga de trabajo durante los próximos años.

Históricamente, cada generación tecnológica se ha gestionado usando un solo conjunto de herramientas de configuración, aprovisionamiento, monitorización, planificación y actualización, diseñadas específicamente para el producto o servicio en particular. En muchas organizaciones, es normal ver configuraciones y herramientas distintas para servidores físicos, servidores virtuales, almacenamiento, equipamiento de red, aplicaciones… Esta aproximación ha sido efectiva en etapas anteriores a la nube, cuando las aplicaciones e infraestructuras eran relativamente estáticas y cambiaban poco. En la actualidad, este modo de gestión resulta poco eficiente, ya que el entorno es muy diferente y cambia con mucha rapidez.

En la era de la nube, las empresas debían facilitar a los usuarios y sus departamentos accesos a los recursos en modo autoservicio. En la era de “TI-como-servicio definida por software”, los usuarios y los desarrolladores de aplicaciones no deberían preocuparse por la infraestructura y el middleware que sustenta los requerimientos de servicio; simplemente necesitarán pedir y activar los servicios rápidamente. Las plataformas de orquestación y las herramientas de configuración automáticas proporcionarán los servicios de forma rápida y transparente, independientemente de si la infraestructura reside en un datacenter público o privado.

El resultado será un ahorro de costes y mejoras de agilidad de entre un 25% y un 50%

Automatización y estandarización

La aproximación a un entorno automatizado y estandarizado de cloud híbrido proporciona una serie de beneficios:

  • Optimización de recursos y costes a partir de una mejor gestión del aprovisionamiento y soporte de la infraestructura cloud, facilitando la migración automática de cargas de trabajo y el dimensionamiento de recursos.
  • La productividad del usuario final mejora debido al aprovisionamiento, actualización y soporte de la infraestructura cloud.
  • Mejora consistente del rendimiento de las aplicaciones debido a la monitorización y herramientas de análisis que permiten averiguar rápidamente la causa de los problemas y reducen el impacto en la experiencia de usuario.
  • Optimización de costes, gestión de riesgos, gobierno de TI y cumplimiento normativo.
  • Los estándares de gestión automatizada son críticos a la hora de afrontar entornos de cloud híbrido. Algunas recomendaciones y buenas prácticas para habilitar la portabilidad y el rendimiento consistente de las cargas de trabajo en infraestructuras de cloud público y privado serían:
  • Adoptar un proceso centralizado que defina los requisitos y prioridades para las aplicaciones y cargas de trabajo. En los entornos de cloud híbridos, TI se proporciona como servicios soportados por las herramientas.
  • Crear un roadmap abierto y unificado de herramientas que abarque la gestión de los recursos de cloud público, privado y aplicaciones tradicionales.
  • Planificar una transición a largo plazo de las herramientas de gestión de las aplicaciones tradicionales que contemple la unificación de operaciones entre sistemas físicos, virtuales y en cloud.
  • Proporcionar formación adecuada a los recursos de TI para dar operación y soporte con una visión integral de todos los sistemas. Revisar las necesidades de formación actuales y futuras, y actualizar los procedimientos internos para hacerlos más estándar y repetibles en toda la gama de arquitecturas de la organización.
  • Adquirir un compromiso entre los departamentos de TI y las distintas unidades de negocio para proporcionar definiciones comunes de servicios, configuraciones, SLA de rendimiento y requisitos de normativa y seguridad.

Conclusión

Esperamos un crecimiento de empresas que hagan del desarrollo de la gestión de arquitecturas de cloud híbrido una prioridad en los próximos años. Esta tarea estará apoyada por la disponibilidad de un amplio abanico de estándares, soluciones de automatización y ofertas de gestión integral de aplicaciones y cargas de trabajo que puedan optimizar de igual forma los recursos de infraestructura cloud privado y público.

La plena implementación de políticas de gestión de cloud híbrido tardará varios años en realizarse, puesto que la infraestructura, conocimientos y prioridades de negocio evolucionarán. Las empresas deberán adquirir acuerdos conjuntos entre los distintos departamentos para desplegar de forma gradual los procesos, herramientas de gestión y sistemas de información. Las organizaciones que apliquen estas políticas tendrán un ahorro de costes y mejoras de agilidad de negocio de entre un 25% y un 50%, dependiendo del grado de madurez de la implantación. Las empresas con más éxito en este proceso serán aquellas que prioricen la colaboración y el gobierno de los recursos entre los departamentos de TI y las líneas de negocio.

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